La parte superior de la pintura está llena de una variedad de azules y morados, representando un cielo con algunas formaciones de nubes. Las nubes están pintadas con ligeras pinceladas, dándoles una apariencia suave y etérea.

La parte media de la pintura presenta una línea de horizonte donde el cielo se encuentra con la tierra. Debajo de este horizonte, hay una sugerencia de un paisaje, pero está abstraído. La tierra se representa en verdes y amarillos, con algunas formas geométricas que representan campos o parches de tierra. Estas formas no están detalladas, sino que se insinúan a través del uso del color y la forma.

La pintura da una sensación de profundidad, con el cielo dominando la escena y la tierra retrocediendo en la distancia. El uso de colores y formas abstractas sugiere un paisaje natural tranquilo y expansivo, visto desde un alto punto de vista.

Esta pintura evoca una atmósfera calma y serena, con el objetivo de capturar la esencia de un vasto paisaje abierto bajo un amplio cielo, en lugar de centrarse en detalles realistas. La mezcla de colores y las suaves transiciones entre diferentes matices añaden a la calidad onírica de la imagen.