Esta pintura es una pintura abstracta y vibrante de un bullicioso paisaje urbano de la ciudad de Nueva York. La escena presenta una amplia avenida flanqueada por altos rascacielos que se extienden a lo lejos. Los edificios se representan con ricas texturas y pinceladas audaces, combinando tonos fríos como azules y verdes con acentos de colores cálidos, incluidos amarillos y rojos.

Las líneas verticales prominentes enfatizan la altura de los edificios, mientras que la calle de abajo presenta taxis amarillos y pasos de peatones, evocando la energía y el movimiento de la ciudad. La técnica pictórica utiliza pinceladas en capas y efectos de cuchillo de paleta, dando a la obra de arte una calidad dinámica, casi impresionista. El brillante cielo azul contrasta fuertemente con las estructuras urbanas, añadiendo profundidad y equilibrio a la composición.